Esta semana se cumplen 40 años del SONY WALKMAN.
No os voy a engañar, llegué al Walkman a mediados de los ’90, cuando en la radio sonaban los Backstreet Boys y las Spice Girls, y tengo que reconocer que al igual que mucha gente de mi generación estos cassettes sonaban en bucle en mi juguete musical nuevo.
Parecía algo increíble poder llevar en tu cinturón (Sí nenas, así de molones éramos algunos) un cachivache al que endiñarle tu propia música y así poder escuchar algo diferente a lo que fuera que estuvieran escuchando tus padres. El juguetico sonaba a libertad.
Ahora todos vamos con smartphones del futuro con acceso a un sinfín de música de todos los estilos. Auriculares inalámbricos, streaming de los videoclips desde el metro… Pero en el fondo, todos sabemos que lo de hoy no hubiera sido posible sin ese pequeño juguete de SONY. Gracias.